domingo, 8 de septiembre de 2024

Tercera Peregrinación Mariana: Santuario de la Cueva Santa de Altura

    Sed Nuestra Madre Piadosa
    Virgen de la Cueva Santa

     Así reza el estribillo de los Gozos que se cantan a la Virgen de la Cueva Santa, de Altura.

    Ayer, 7 de septiembre, primer sábado de mes, tuvimos nuestra peregrinación mensual a un ermitorio mariano, para honrar a Nuestra Madre del cielo. 
    El Santuario de Ntra. Sra. de la Cueva Santa está situado en un atractivo paraje natural próximo al Alto de Montmayor, a unos 820 m. de altitud sobre el nivel del mar y a 12 Km. del núcleo urbano de Altura, en el interior de una profunda gruta de origen kárstico.   

    La sima que acoge al Santuario era conocida desde antiguo con el nombre de Cueva del Latonero (Almez), que hace referencia al majestuoso almez o latonero que presidía el acceso original a la cavidad. Hoy en día seguimos encontrando un ejemplar del mismo tipo, posiblemente descendiente del primero, protegido oficialmente como Árbol Monumental catalogado, multicentenario y de histórica vinculación con el patrimonio cultural del santuario mariano.
    El lugar constituyó, durante siglos, habitual refugio para los pastores trashumantes y sus ganados, así como para los caminantes que por allí transitaban siguiendo los caminos naturales de la sierra.
     En el s. XV, entre 1502 y 1508, es hallada en el interior de la gruta la Imagen que con posteridad se denominó Virgen de la Cueva Santa. Más tarde se erigió una capilla que, con el tiempo, daría origen al actual Santuario. 
    El acceso al interior se realiza a través de una escalera que desciende hasta la profundidad de la sima, donde se halla la Capilla de la Virgen, construida en el siglo XVII y cerrada desde antiguo con una reja. El retablo de la patrona, de bellos mármoles y columnas salomónicas de jaspe, fue realizado en 1695 y es obra del escultor valenciano Julio Capuz. Entre ellas se encuentran las imágenes de mármol de San Joaquín y Santa Ana. Fue donación de los Duques de Segorbe.
    La imagen, que se venera con la advocación de Virgen de la Cueva Santa, es un bajo relieve de yeso, elaborado sobre molde, de 20 cm. de alto por 10 de ancho. Tiene una corona de rayos y representa el semblante anciano de la Virgen, con traje de viuda, sobretoca, con el rostro y el cuello descubierto, bajo el cual abrocha la toca. Los orígenes de esta imagen, a pesar de que no fue venerada hasta el siglo XVI, parecen remontarse al año 1402, cuando Fray Bonifacio Ferrer ingresa en la Cartuja de Vall de Cristo. En su celda creó el molde para la fabricación de estas imágenes que eran repartidas por el propio fraile a los vecinos y, particularmente, a los pastores de la zona para que estos le dieran culto en sus refugios durante sus ausencias del pueblo, dado que su escaso tamaño permitía llevarlas consigo. 
    Según cuenta la leyenda, uno de aquellos pastores que con su ganado se resguardaba en la espaciosa Cueva del Latonero, dejó abandonada tras su marcha la imagen que durante años había estado adorando. Allí quedó olvidada durante varias décadas, oculta en una oquedad de la roca. Un siglo después, a otro pastor que se resguardaba en la cueva, se le apareció la Virgen maría y le indicó dónde encontrar una imagen suya para que pudiera darle culto.
     La transcendencia de aquel hallazgo, seguido de otros portentos atribuidos a la Virgen, fueron atrayendo a muchísimos devotos de la comarca hasta aquella milagrosa Cueva que, en los primeros tiempos, quedó bajo los cuidados de voluntariosos ermitaños. 

    Textos extraídos de la web pública. Os invito a que le deis un vistazo, porque contiene mucha información del lugar y de los diferentes milagros atribuidos a dicha imagen.
    

    J y yo salimos de nuestro pueblo un poco antes de las 8 de la mañana. Un día espléndido. Por la carretera, desde Altura hasta el Santuario, encontramos algunos grupos de personas que subían andando. Pensamos que tenían su propia peregrinación. 
    Sobre las 9 y poquito llegamos hasta el santuario y nos encontramos con que había muchísima gente. Incluso nos tocó buscar aparcamiento para dejar el coche. Después supimos que se trataba de una romería de gente que venía de Jérica. 
    A la Virgen de la Cueva Santa la veneran muchos pueblos de alrededor y, cada pueblo, tiene su propio día de romería. A Jérica le corresponde el primer sábado del mes de septiembre.
    Tenían mesas largas montadas y una especie de tasca donde se vendían bocadillos y bebidas para todos los romeros que quisieran almorzar. Había mucho ambiente y mucha gente joven.

    Adrián, Nieves, Jesús, Joaquín, Susana y Rosa llegaron en 2 vehículos algo más tarde.
    Decidimos rezar el rosario, en primer lugar, porque la misa de romeros estaba programada para las 11:30h. Hay una amplia senda, con las estaciones del rosario, que acaba en un mirador con bonitas vistas.


    Tras rezar el rosario aprovechamos para almorzar y nos sentamos en 2 bancos que se encuentran en la misma senda. Cada uno traía su bocadillo y alguna cosa para compartir.


    Acabado el almuerzo, fuimos paseando hacia la ermita de la Cueva Santa, quisimos visitarla antes de que hubiera demasiada gente. Hicimos bien, porque la vimos toda con tranquilidad y elegimos banco para asistir a misa, antes de que entraran los romeros.





    El párroco de Jérica, D. Tomás Tomás Beltrán, nos hizo una agradable homilía. Durante la misa, cantó el coro acompañado de órgano, y se cantaron al final los Gozos a la Virgen de la Cueva Santa.


    Acabada la celebración, salimos con la intención de hacer el Viacrucis. J y yo nunca habíamos estado en el Calvario, que es un camino que sube a la montaña y que tiene esculturas hermosas del calvario de Cristo, aunque dañadas por el vandalismo.  
    El calvario empieza con una escultura de Fray Bonifacio Ferrer (hermano de San Vicente Ferrer) que está de espaldas al camino porque mira hacia la Cartuja donde fue monje. Las otras esculturas, a tamaño natural, representan El Juicio de Poncio Pilatos, La Crucifixión, Cristo en la Cruz, Jesús bajado de la Cruz con María y el Santo Sepulcro. El resto de estaciones del viacrucis son simples cruces.






    La subida al monte es muy agradable, por estar en plena naturaleza, con los sonidos y olores que ensanchan el alma.
    
    Acabado el Viacrucis, regresamos al ermitorio, nos despedimos hasta la próxima y regresamos a casa.

    

sábado, 3 de agosto de 2024

Segunda peregrinación Mariana

    Después de la peregrinación mariana que hicimos a la ermita de la Virgen del Adyutorio, de Benlloch, Adrián nos invitó a la siguiente, que estaba programada para hoy sábado 3 de agosto al Ermitorio-Santuario de la Virgen de l'Avellà en Catí.


    Estas peregrinaciones marianas tienen lugar los primeros sábados de mes, tal como la Madre le pidió a Sor Lucía, vidente de Fátima, para difundir la devoción al Inmaculado Corazón de María.


    A JJ y a mí nos hizo ilusión, porque es una ermita y un pueblo a los que tenemos cariño. Y el hecho de compartir un rato de oración con gente que verdaderamente vive su fe, era la guinda del pastel. Habitualmente, no lo encontramos en nuestro entorno.

    Esta vez nos juntamos poquitos. En verano la gente está de vacaciones o en viajes por ese mundo.

    Quedamos en el Ermitorio, que está en un paraje precioso, a las 9:00 h de la mañana. 
Ellos salían a las 8:00 h de Castellón. Nosotros subíamos directos desde casa.


    La mañana era fresquita. La tormenta de ayer tarde refrescó el ambiente caluroso de estos últimos días. Además, la ermita se encuentra en plena sierra, a unos 900 m. sobre el nivel del mar y el clima acompaña.
    El entorno es idílico. En verano tiene mucha vida, con las terrazas llenas de mesas del hotel. Todo está decorado con gusto. La ermita se halla al fondo del conjunto, en una plazoleta donde se encuentran 2 majestuosos álamos negros y una fuente, cuyas aguas tienen propiedades milagrosas, según la gente del lugar.

  La tradición religiosa sitúa el milagro de la vieja alrededor del año 1540.

           Por el camino que baja del Peironet caminaba una mujer anciana ciega y leprosa acompañada de una niña. Iban a Salvassòria para implorar a Santa Lucía, abogada contra los males de la vista. Cuando pasaron al borde de la fuente oyeron la voz suave de la Virgen invitándola a lavarse en las aguas de la fuente. Entonces se produjo el milagro, la anciana recuperó la vista y la salud. Fue corriendo al pueblo y contó el milagroso suceso. Entonces la gente subió en procesión al lugar del milagro y acordaron edificar una pequeña capilla donde colocaron la imagen de la Virgen de l'Avellà que se encontró en el mismo paraje.

    Extraído de catimenu

    La ermita sorprende por su sobriedad exterior y por su magnífico interior, recientemente restaurado. De hecho, aún faltan por poner algunos frescos que están restaurándose. Algunos la llaman "la Capilla Sixtina del Maestrazgo". En sus paredes se aprecian pinturas al fresco realizadas en el s. XVIII por Pasqual Mespletera, de Sant Mateu. La ermita se construyó en el s. XVIII, substituyendo una ermita anterior del s. XVI.
    Más información sobre el lugar, haciendo clic Aquí.

    La Virgen de l'Avellà recibe el título de Madre de Misericordia




     El párroco de Catí, D. José María, ofició una misa sencilla y pudimos comulgar.
    
    Terminada la misa, buscamos un rinconcito donde nos diera un poco el sol (curioso decir esto en pleno mes de agosto), y Adrián nos obsequió con un rico almuerzo. Nosotros traíamos bocadillos de casa, pero no dejamos pasar la oportunidad de probar los exquisitos tomates de la huerta de su padre. Una delicia.

    Después, cogimos los coches y bajamos hasta Catí. Marisol es la señora que se encarga de las llaves de la iglesia, y ya nos la tenía abierta cuando llegamos. También nos gustó mucho la iglesia parroquial. Es bastante sobria, como la de nuestro pueblo, dominando la piedra y la pintura blanca. Sorprende la bóveda tabicada con forma de cañón con lunetos y decorada con la técnica del esgrafiado. Esta decoración de esgrafiados permanecía oculta tras varias capas de pintura blanca y, en el año 2013, fue recuperada en su integridad, en los trabajos de restauración del edificio, realizado por La Luz de las Imágenes. 
    Destacan las bellas tallas religiosas. 
    La iglesia está dedicada a la Asunción de María, otra coincidencia con la nuestra.
    En el s. XVIII se realizó una de las reformas más importantes con la construcción de la capilla de la Comunión, hoy dedicada al Sagrado Corazón de Jesús y que alberga el Sagrario con el Santísimo. La capilla está decorada con frescos del mismo autor que los de la ermita de l'Avellà, Pasqual Mespletera, pintados entre 1744 y 1747, y representan una exaltación del Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
    Justamente en esta capilla, rezamos una oración en reparación a Jesús Sacramentado por los recientes acontecimientos de París y por tantas irreverencias a su Sagrado Corazón.
    Acto seguido, rezamos el rosario entre todos. Un momento inolvidable.

    Eran las 12 cuando emprendimos la vuelta a casa. Eso sí, no quisimos perdernos la visita casi obligada a la ermita de Sant Pau de Albocácer. El Señor nos obsequió con la enorme gracia de encontrar abiertas todas las estancias del conjunto arquitectónico. Así que pudimos visitar el interior del templo. La ermita es un templo de reducidas dimensiones, de nave única, sin capillas laterales, con cubierta de bóveda de crucería, terminado a principios del siglo XVII. El coro alto está fechado en 1608. La joya de la capilla es el presbiterio, decorado entre 1687 y 1690 con pinturas de Vicente Guilló que representan escenas de la vida de san Pablo y alegorías de su gloria.


    Al lado de una antigua capilla, hoy inexistente, se construyó una hospedería, a finales del siglo XVI. El patio central porticado da acceso al prado, al templo, a la cocina, chimenea y antiguas cuadras. Por la escalera en piedra, de tradición gótico-catalana, se alcanzan las dependencias superiores con una sala de reuniones, decorada con pinturas murales del primer tercio del siglo XVII.


    En las salas del primer piso encontramos hoy exposiciones de fotografía, pintura y telares.

     Y llegó el momento de la despedida. Despedida, eso sí, hasta la próxima peregrinación, a la que nos vamos a apuntar sin duda.



sábado, 6 de julio de 2024

Peregrinación Mariana a la Virgen del Adyutorio (en construcción)

    Adrián es un compañero de Universidad de nuestra hija Raquel, y futuro sacerdote, por la gracia de Dios.

    Habíamos oído hablar mucho de él en casa y esta pasada Semana Santa, tuvimos el privilegio de conocerle. Compartió con nosotros la procesión del Lunes de Pascua, muy típica en nuestro pueblo, en la que vamos a la ermita del Adyutorio a felicitar a nuestra Madre por la Resurrección de su Hijo. Adrián nos obsequió cantando una saeta que nos emocionó.
    Comimos todos juntos en casa, y tuvimos ocasión de que nos contara su testimonio de conversión y su llamada al sacerdocio.

    Alrededor de un mes después, ya en Junio, tuvimos noticias de que preparaba una peregrinación mariana, celebrando la devoción de los 5 primeros sábados de mes para honrar el Inmaculado Corazón de María. Y el destino elegido era nuestra ermita del Adyutorio. En principio, la peregrinación estaba pensada para amigos y fieles de la parroquia Sto. Tomás de Villanueva de Castellón, pero nos llegó la invitación y la opción de unirse a cuantos quisieran. 




    Por circunstancias de último momento, llegaron un poco más tarde de lo previsto. Pero el plan del día se mantuvo sin problema.

    Salimos en procesión desde la iglesia de la Asunción, con volteo de campanas, cruz y guión. Parada en la hornacina de la virgen del Adyutorio y canto de la Salve. Parada frente a la ermita de San Miguel de la Sierra Engarcerán y rezo de un padrenuestro. Y rezo del Santo Rosario hasta llegar a la ermita. A la llegada, canto del Salve Regina.

    La ermita original, bajo la advocación de San Abdón y San Senén, "sants de la pedra", data de 1445, pero en 1498, la titularidad de la ermita pasó a ser de la Virgen del Adyutorio, imagen portuguesa, llegada a las costas de Torreblanca. El actual templo data de 1724, con posteriores remodelaciones y ampliaciones.