Adrián es un compañero de Universidad de nuestra hija Raquel, y futuro sacerdote, por la gracia de Dios.
Habíamos oído hablar mucho de él en casa y esta pasada Semana Santa, tuvimos el privilegio de conocerle. Compartió con nosotros la procesión del Lunes de Pascua, muy típica en nuestro pueblo, en la que vamos a la ermita del Adyutorio a felicitar a nuestra Madre por la Resurrección de su Hijo. Adrián nos obsequió cantando una saeta que nos emocionó.
Comimos todos juntos en casa, y tuvimos ocasión de que nos contara su testimonio de conversión y su llamada al sacerdocio.
Alrededor de un mes después, ya en Junio, tuvimos noticias de que preparaba una peregrinación mariana, celebrando la devoción de los 5 primeros sábados de mes para honrar el Inmaculado Corazón de María. Y el destino elegido era nuestra ermita del Adyutorio. En principio, la peregrinación estaba pensada para amigos y fieles de la parroquia Sto. Tomás de Villanueva de Castellón, pero nos llegó la invitación y la opción de unirse a cuantos quisieran.
Por circunstancias de último momento, llegaron un poco más tarde de lo previsto. Pero el plan del día se mantuvo sin problema.
Salimos en procesión desde la iglesia de la Asunción, con volteo de campanas, cruz y guión. Parada en la hornacina de la virgen del Adyutorio y canto de la Salve. Parada frente a la ermita de San Miguel de la Sierra Engarcerán y rezo de un padrenuestro. Y rezo del Santo Rosario hasta llegar a la ermita. A la llegada, canto del Salve Regina.
La ermita original, bajo la advocación de San Abdón y San Senén, "sants de la pedra", data de 1445, pero en 1498, la titularidad de la ermita pasó a ser de la Virgen del Adyutorio, imagen portuguesa, llegada a las costas de Torreblanca. El actual templo data de 1724, con posteriores remodelaciones y ampliaciones.
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