lunes, 16 de enero de 2012

San Antonio

  El pueblo ha crecido mucho hacia las afueras durante los últimos años, mientras que en el centro urbano iban quedando casas deshabitadas e inhabitables. Esto es un hecho que, a efectos de la fiesta de San Antonio, ha tenido una clara consecuencia. Benlloch, históricamente, ha dividido las calles del pueblo en sectores, 9 para ser más precisos, que se han mantenido a lo largo de las décadas. Cada año son "clavaris" en un sector diferente, por turnos, siguiendo un orden que se mantiene. Y, aunque todo el pueblo participa, los anfitriones son cada año los de un sólo sector. Y no vuelven a serlo hasta pasados 9 años.
  Pero la expansión del pueblo, ha obligado a hacer algunas reestructuraciones de los sectores de manera que se pudiera evitar la masificación de algunos y la casi desaparición de otros.
  Uno de los sectores que se han modificado ha sido el históricamente formado por las calles Adyutorio y Libertad (el antiguo Ensanche). Estas calles forman en el plano una perpendicular casi perfecta, en cuyo ángulo se han construido edificios y grupos de casas que han hecho aumentar el número de habitantes, y por tanto de "clavaris", en este sector. La reestructuración pasaba por una división del sector, una medida necesaria para unos y absurda para otros. Ya se sabe que nunca se hacen las cosas a gusto de todos. En cualquier caso, se reunió en su momento a los vecinos, se les informó de las diferentes opciones que tenían, y estos votaron en consecuencia. La mayoría eligió la división. Así mismo, vecinos de los sectores Calvario-Horno e Iglesia votaron unir las calles para el San Antonio de 2015, con lo cual la ronda de 9 sectores de la fiesta se conservará tal cual.
  Este año, pues, se ha cambiado el curso de la historia en Benlloch, con el San Antonio 2012.
  La separación a mi me ha venido bien y todo. Y os cuento por qué.
  Mis padres, los padres de Juanjo y los tíos pertenecían al mismo sector. Con lo cual siempre quedábamos mal con alguno de ellos. Con la división del sector, este año les ha tocado a mis suegros y el año que viene les tocará a mis padres.
  San Antonio es una fiesta que ensalza los valores de hermandad y de puertas abiertas a vecinos y amigos. No lo describiría como una competición, si bien todos hacen lo posible por no quedarse cortos preparando pastas y agasajos a sus invitados.
  La gente prepara sus casas de cara a la fiesta, limpiando, pintando y poniendo todo a punto. Todo tiene que estar perfecto. Comida y bebida en abundancia. Y, aunque sabes que siempre acaba sobrando de todo, a los 9 años sigues haciendo los mismos excesos con tal de que no falten manjares sobre la mesa.
Yo siempre he ayudado a mi madre preparando dulces y demás. Siempre la he ayudado, desde que tengo uso de razón, pero siempre ha sido ella la que ha llevado el peso de los preparativos. Pero las cosas están cambiando. Seguramente porque soy más mayor, porque mis hijas son ya mozas... No sé.
  Este año he ayudado a mi suegra y a la tía con los preparativos de su fiesta. Pero no me he limitado a ayudar. He aprendido y he disfrutado aprendiendo. Ha sido una semana intensa, con el horno encendido mañana y tarde, y dándole a base de bien. Pero, aunque me cansaba, me resultaba muy gratificante porque me he sentido parte de un equipo; no la nuera que les echa una mano, sino parte de ellas mismas. Y además he aprendido a hacer todas las pastas típicas del pueblo, que es un aliciente más.
  Voy a utilizar este blog para haceros llegar también todas esas recetas, y fotografías para que veáis los resultados, e imágenes de la fiesta para haceros sentir parte de la misma.
  Pero poco a poco.