martes, 10 de julio de 2012

Las magdalenas

  Podría ponerles nombre propio a cada una de ella. No estaría mal. Porque no son unas magdalenas cualquiera; no son el producto de una receta resultona y ya está. Son las Magdalenas por excelencia, así, con mayúscula y todo. Buenas, buenas.
  Se las copié a Silvia, del blog Mi Dulce Tentación. Aunque después las he visto en más blogs.
  Por supuesto, yo les pongo mi toquecito, no tanto por distinguirme como para adecuar la receta a nuestros gustos.
  Además son fáciles de preparar, porque se hacen empleando unas varillas eléctricas, prácticamente sin ensuciar y en muy poco tiempo.
 
  Ingredientes

  • 3 huevos,
  • 250 gr. de azúcar,
  • 250 ml de leche,
  • 250 ml. de aceite de girasol,
  • 375 gr. de harina,
  • 2 sobres de gasificante (2 sobres azules y 2 sobres blancos),
  • ralladura de limón.
  Preparación

  En un bol, ponemos los huevos y el azúcar y batimos con las varillas eléctricas. Han de duplicar el volumen.
  Añadimos la leche, y el aceite, con un chorrito fino, mientras seguimos batiendo.
  Vamos incorporando la harina tamizada.
  Cuando está bien mezclada, incorporamos los sobres de gasificante.
  Por último, rallamos la piel de un limón y la mezclamos bien.

  El último toque se lo damos a mano, con una espátula, para recoger lo que haya podido quedar por los bordes.
  Yo prefiero dejar reposar la masa 1/2 hora para que el gasificante haga parte de su efecto.
  Ir vertiendo la masa en las cápsulas de papel. Yo utilizo un molde rígido para hornear, el mío de 24 cavidades y tamaño mini. Es decir, pongo las cápsulas en los huecos del molde.
  Hay quien pone sobre cada magdalena un montoncito de azúcar. Yo prefiero ponerle un puñadito de gotas de chocolate. Nos gusta particularmente.
  Hornear unos 15 minutos en horno precalentado a 200 ºC.
  Enfriar sobre rejilla.

  Estas magdalenas son un bocado tierno y exquisito. Es imposible comer sólo una.