sábado, 2 de mayo de 2020

Cuarentena time

  Hoy es el primer día que nos dejan salir a dar un paseo, después de haber pasado confinados los últimos 50 días. Por supuesto, el peligro no ha pasado y tenemos que guardar distancia de seguridad de entre 1 y 2 metros con otras personas; y todavía no podemos desplazarnos libremente en coche por la provincia, ni viajar toda la familia junta aunque sea por el pueblo... Otras muchas precauciones que hay que guardar y que no están de más, la verdad, porque es cierto que estamos ante un enemigo invisible y nos tenemos que guardar de él muy mucho. Más si cabe si queremos proteger a los mayores de nuestra familia.
  Curiosamente no he tenido ganas de escribir en toda la cuarentena. Y ahora casi me arrepiento, porque he dejado pasar una ocasión perfecta para desarrollar mi creatividad. Pedir otra cuarentena no estaría bien, ¿no? No me iría mal, sabiendo todo lo que hoy sé del tema y todas las experiencias acumuladas.
  Durante estas semanas he salido un par de veces semanalmente para hacer la compra. También porque les llevaba compra a mis padres. Tenemos la suerte de tener un supermercado en el pueblo. Salvo los primeros días, en que parece que la población se volvió loca y acaparó de todo, no ha habido problemas de suministro. Alguna cosa puntual. Guantes de látex per ejemplo ahora siguen sin poderse comprar. Pero del resto encuentras de todo y a cualquier hora del día que vayas.
  El tema de las colas no las llevo demasiado bien. Pero me voy acostumbrando. No dejan estar a mucha gente junta dentro del súper (cosa normal), y van entrando de uno en uno a medida que van saliendo. Yo en mi caso con mascarilla (aunque hay gente que no la lleva y nos les parece importante). A todos les hacen ponerse guantes. Si los llevan de casa, te hacen limpiar las manos con gel hidroalcohólico que tienen a la entrada; si no los llevas, te hacen poner los que tienen para tocar la fruta y verdura. Los primeros días llevaba guantes de casa, de una cajita que pude conseguir al principio, pero esos guantes no aguantan muy bien el lavado y pensé que los agotaría pronto, si llevaba unos nuevos cada día que salía de casa. Así que los últimos días ya cogía los de plástico que te daban allí. Cogí bastante soltura con ellos, la verdad, con el sudor se adherían a las manos y era más fácil trastear con ellos. Pero se les acabaron también y esta semana pasada te hacían poner bolsitas de plástico en las manos en vez de guantes... Desastroso. Si ya es difícil hacer cosas normales con guantes, imagínate coger cosas de las estanterías con bolsitas en las manos. O abrir las bolsas de plástico que usas para poner la fruta o la verdura...Échale paciencia y tiempo. Leí algunos trucos para hacerlo más fácilmente, pero no me funcionaron mucho.
  Esta semana busqué por casa y encontré unos guantes de látex amarillos, de los de fregar, que no había estrenado. Estaban dentro de su bolsita sin abrir. Me quedan un poco grandes y dan un calor que te mueres, pero bueno, son míos y resisten bien la desinfección, así que los seguiré llevando mientras no encuentre de los finitos. Justo hoy he hecho la compra, y justamente hoy Marga me ha dicho un truco para abrir fácilmente las bolsas... la de tiempo que no hubiera perdido... pero bueno, se agradece el consejo, y seguro que me hará más fácil la compra a partir de ahora.
 

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