viernes, 30 de abril de 2010

Bolachas de chocolate. Provisional, me falta incluir fotos.

Laura empezó a llamarlas así, en broma, y se les quedó el nombre.
No dejan de ser las típicas "cookies" de chocolate, pero en plan casero, ya sabéis.

Ingredientes: 110 gr. de mantequilla (o margarina), 100 gr. de azúcar moreno, 100 gr. de azúcar blanco, 1 huevo, 225 gr. de harina, 1/2 cucharada de levadura Royal, 175 gr. de chocolate negro, esencia de vainilla o azúcar avainillado.
Preparación.
Batimos bien la mantequilla en un cuenco, para que coja volumen. Podemos hacerlo con la varilla eléctrica o con la de mano. Cuando esté algo montada, se incorpora el azúcar moreno (que es el encargado de darle el punto de color a las bolachas). Mezclamos bien. Añadimos también el azúcar blanco y una cucharadita de postre del azúcar avainillado o la esencia de vainilla. Mezclamos de nuevo.
Cascamos el huevo y lo añadimos entero a la mezcla. El huevo es el encargado de darle a la masa el punto de humedad que necesita.
Mezclamos la levadura y la harina, y la vamos tamizando sobre la mezcla al mismo tiempo que vamos removiendo y amalgamando. Es conveniente tamizar la harina, porque hace que la masa se oxigene, y adquiera más volumen y esponjosidad.
Es el momento de añadir el chocolate. Este puede ser ya preparado en forma de lágrimas o bolitas. A nosotros nos gusta trocear una pastilla de chocolate negro, o del de postres, en pequeños dados. Tabla de cortar, buen cuchillo, algo de maña y paciencia. El chocolate se ha de mezclar bien con la masa, para que quede bien repartido.
Ahora hay que cortar un rectángulo de film transparente y colocar sobre una superficie. Con una espátula, o con un par de cucharas, recogemos bien la mezcla del cuenco y la vamos repartiendo, como si fuera un salchichón, en el centro del film, y envolvemos, dándole forma con las manos. Cerramos los laterales, y dejamos reposar la masa en la nevera, o incluso mejor en el congelador, una 1/2 hora.
Cuando la masa esté fría, la sacamos, la compactamos un poco más con las manos, y desenvolvemos el plástico. Con un cuchillo vamos cortando rodajas, del grosor que nos interese, y las vamos colocando sobre la fuente de horno, a la que previamente le hemos puesto una hoja de papel de hornear. Hay que espaciar las porciones porque aumentan con el calor y tienden a pegarse.
Horno precalentado, bandeja media, 200ºC, entre 8 y 10 minutos. O cuando veas que las bolachas empiezan a oscurecerse. Recién salidas del horno, tienen una consistencia que parecen crudas, pero se van endureciendo a medida que se enfrían.
Cuando estén frías, ¡a comer!.
Son ideales para una merienda o un desayuno. Y a los críos les encantan...