domingo, 5 de diciembre de 2010

Sábado en IKEA

  Recién casados, Juanjo y yo, estuvimos de viaje en las islas Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria, en casa de nuestros queridos amigos Elvira y Fran. Sólo tengo palabras de cariño y agradecimiento para ellos.
Nos pasearon por toda su isla, y por Tenerife, mostrándonos todo. Gracias a ellos descubrimos la belleza de las islas; y no sólo su paisaje, sino también sus guisos y sus vinos, incluso sus cafés...
30-9-1995 Monte de Las Mercedes. Tenerife
30-9-1995 Monte de Las Mercedes. Tenerife
  Todo esto viene a santo de que, ellos, recién casados también, tenían su piso amueblado con muebles de Ikea. Fue la primera vez que oía esta marca comercial y, desde entonces, la he tenido clavadita en el pensamiento, tras cada propaganda en la tele, tras cada comentario de parejas que sí han ido...
  Pero el sábado 4 de diciembre, nos llegó el turno a nosotros.
  He de decir también que es normal que no hayamos ido antes, porque los centros Ikea más cercanos los tenemos en Badalona, Murcia o Zaragoza. Y no están al lado de casa, precisamente.
  A las 7 de la mañana del sábado, Juanjo, Javi, Isabel, mis suegros Pepe e Isabel, Marco, Raquel, Laura y yo, salíamos en dirección a Zaragoza. Llevábamos el Octavia de Javi, con remolque, y nuestro Fabia.


  Encontramos nieve por Aragón y unas temperaturas, a las 9 y pico de la mañana, de -8ºC.






Tinc   un   gos, pe-  lut...

  3 horas y 1/2 de viaje, con parada incluida.
  A las 10:40 h. llegábamos a Ikea Zaragoza.












  La entrada ya fue sonada, todos cogiendo lápices y folletos para anotar referencias... y las bolsas de rafia para ir metiendo los pequeños artículos.
  El siguiente paso fue almorzar en la cafetería del mismo centro, para coger fuerzas. Ahí los gustos fueron variados: bocadillos de jamón, cafés y bollería, zumos...



  Enseguida nos metimos en faena. Dimos una primera vuelta a todo, viendo, anotando, probando... La idea era salir a comer por el centro de Zaragoza, y volver a la tarde para comprar las cosas de más bulto, ya previamente vistas.
  Es imposible salir de allí sin nada, porque el recorrido, dentro de la tienda, ya te lleva por pasillos donde se te van los ojos, no hay manera de salir del centro si no es por las cajas. Está estudiado al detalle, todo limpio, organizado, atractivo a la vista... con precios muy accesibles... Total, que en la primera envestida, que iba a ser de cosas de poco bulto, " ya se nos fue el vino en catas"...
  Comimos en el centro de Zaragoza, en el Restaurante Casa Uyarzun, muy bien por cierto.




  Después, visita obligada a la Basílica del Pilar.


  Y vuelta a Ikea, a seguir comprando.
  Todo lo que vimos nos gustó. Y cualquier excusa era buena para ver, para probar, para medir...




  Así se puede entender cómo salimos de allí... que suerte que Javi trajo el remolque...



  Y ya estamos pensando en volver...

1 comentario:

  1. PUES SI. A NOSOTROS SE NOS QUEDÓ PENDIENTE LA LÁMPARA DEL COMEDOR Y EL ESCRITORIO XA MARÍA. LA SUEGRA ME HA DICHO QUE SE APUNTA...(JE,JE)

    ResponderEliminar

Mil gracias por estar ahí