domingo, 4 de septiembre de 2011

Nuevo curso escolar

  Cada nuevo año, la vida nos da oportunidades de hacer buenos propósitos en 2 ocasiones. Nochevieja y Año Nuevo con el comienzo de año, y Septiembre con el comienzo del curso escolar. En ambas ocasiones, los quioscos se ponen las botas con los fascículos y los coleccionables, y nosotros nos proponemos cambiar aquellas cosas que no nos agradan de nosotros mismos. Es así, lo ha sido y me temo que lo será por el resto de los tiempos.
  Os puedo contar 2 de mis propósitos de cara al nuevo curso escolar. Existen algunos más, pero me los guardo para mi. ¡Tampoco pretenderéis que os lo cuente todo!
  Ya sabéis que llevo un par de años dando catequesis a los niños de Comunión. Y también sabéis que, por temas de salud, debo cuidarme de situaciones de nervios  y de agobios. Eso me ha llevado a decidir que este año voy a tomarme un descanso relativo. Aparte, existen otras circunstancias que me han ayudado a decidirme. Benlloch va a cambiar de cura, por enésima vez... Nos han destinado a un cura joven, al que veo capaz de tratar con la remesa de niños que nos llega.
  El año pasado, Juan Antonio Albiol, de 74 años, me pidió ayuda con los niños, y no pude negarme. Y me ha demostrado durante todo el año, una confianza en mi y en mi modo de hacer, que me ha sido vital. Le estoy muy agradecida.
  Pero me doy cuenta de que todo el esfuerzo de todo un año, al final vale para bien poquito. Pasada la Primera Comunión, ni los niños ni sus padres se dejan ver por la iglesia. Vale, algo, aunque sea pequeño, queda en los corazones de los niños. Pero a tí se te queda la sensación de que has sido un instrumento más para que los papás se lucieran el día de la fiesta.
  El año que viene no va a haber niños de Comunión, pero sí toca empezar a preparar a los que la tomarán dentro de 2 años. Y me han dicho que son bastantes y tremendos. Y no me veo capaz de lidiar con esas fierecillas.
  Sé que van a intentar convencerme y sé también que tengo las ideas claras en este aspecto.

  El 2º de mis propósitos tiene una relación más directa con mi vida.
  Me considero una persona cabal, con sentido común, inteligente.
  Mis niñas han crecido, son mayores y no necesitan tanto de mi, con lo cual tengo horas libres para dedicar a mis cosas.
  Necesito un propósito, algo que llene mi vida, y que me de expectativas para hacer algo más grande y que me llene más.
  Todo el potencial que he puesto al servicio de mis hijas en el tema de su preparación académica, puedo ponerlo ahora al servicio de otros niños que lo necesiten.
  Voy a comenzar a dar clases de repaso a alumnos de primaria.
  Y tal vez os preguntaréis porqué digo NO al tema de la Comunión y SI al de las clases de repaso. Si ambos tratan con niños... Es cierto. Pero no tienen ni punto de comparación uno con otro.  En el primer tema voy a ser marioneta para una farsa y en el segundo voy a ser la directora de un proyecto, con la firmeza y la potestad de elegir a los alumnos a los que voy a ayudar.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mil gracias por estar ahí