viernes, 4 de junio de 2010

Porque yo también creo que Juanjo (el técnico de la UJI) es un crack!!


Este es el título de la entrada que publiqué, y que no mucho después eliminé, el pasado día 1 de Junio.
Hoy me he decidido a publicarla de nuevo, aunque añadiendo una explicación y algunas modificaciones.
Vaya por adelantado que yo no domino la jerga de esta red social que es Facebook y que, por lo tanto, igual no soy muy exacta en los términos...
El caso es que unas alumnas de Publicidad de la UJI tuvieron la brillante idea de crear un grupo en Facebook y darle por nombre el título que podéis leer más arriba. ¡Qué tiene tela! Y se convirtió en pocas horas en el fenómeno del año. En cuestión de horas duplicaron el número de miembros del grupo, y en este momento cuenta con 143 miembros. Este hecho ha alterado nuestro ritmo esta semana, a la fuerza, y por descontado; para nosotros esto es algo nuevo.
Publiqué el martes que me sentía muy orgullosa de Juanjo.
Y ese orgullo lo ratifico hoy.
Juanjo es un gran trabajador; pone pasión en todo lo que emprende; se dedica por entero a cada actividad que aborda... Y es una gran persona. Está feo que yo lo diga... Por eso me alegra enormemente que los alumnos le reconozcan el esfuerzo y le aplaudan, con mensajes; aunque algunos hasta le hagan enrojecer. Estoy segura de que, hasta las mismas creadoras del grupo, están sorprendidas por la gran acogida que ha tenido esta iniciativa entre los alumnos.
La entrada publicada el martes apenas tenía tres líneas.
Pero alguien en la UJI, para acceder al grupo en cuestión, tecleó en Google "juanjo tecnico uji", y lo primero que salió fue mi blog Vadeveras y entró en él sin ningún tipo de inconveniente. Juanjo me llamó de inmediato, para avisarme, sabiendo como sabe lo celosa que soy de mi intimidad. Y el hecho de que alguien, que se interese por Juanjo en su actividad profesional, pueda acceder tan ricamente a cómo corta el jamón o al tipo de tartas que se come, me hizo plantearme algunas cosas. Este es el motivo por el cual Vadeveras y Vullball se han convertido en blogs privados, y únicamente tendrán acceso a ellos las personas en las que confío y a las que quiero.
Mis blogs son un modo de expresión, muy caseros... Me sirven para retener, para recordar, como un diario... y a la vez, es el perfecto modo de hacer llegar a los que están más lejos mis vivencias, como si estuvieran aquí... Pero mi familia no puede estar a merced de todo el público...
Lamento si os incordia el hecho de teclear contraseñas para poder leerme. Aunque sé que comprendéis los motivos que me han llevado a ello.