Ay corazón, corazón!

  El super-constipado del siglo me fastidió las Navidades. Me dejó sin compras, sin preparativos... y con la salud justa para acudir a la cena de Nochebuena y la comida del Día de Navidad. Para Nochevieja estaba algo mejor, aunque aún no para tirar cohetes. Y mi cumpleaños. Y los Reyes Magos.
  Vaya, que a día de hoy sigo con molestias.
  No he comenzado el año con buena salud.
  ¡Qué le vamos a hacer!
  Y, por si fuera poco, el día 10 tuve visita con el Cardiólogo, y las noticias que me dio no son demasiado buenas.
  En 2002 me sometí a una intervención de 4 horas y pico, para solucionar un problema en mi corazón.
  Con los años, me encontraba bien, y pensaba que todos aquellos problemas de salud habían quedado atrás. Pero mi cardiólogo me dijo que tengo que volver a realizar todo aquel proceso, ¡con lo doloroso que lo recuerdo!
  Todavía no sé fechas ni nada.
  Si acaso, ya os iré informando.
  Lo que sí es un hecho es que este tema me ha afectado bastante, y no estoy yo muy comunicativa que digamos y, aunque me encantaría hacer funcionar este blog a todo tren, me temo que este año no va a tener muchas entradas...
  En mi escrito anterior os hablaba de proyectos, de inspiración... Nada, bloqueo absoluto.
  Pero tranquilos, ¿eh? Que no se acaba el mundo. Igual en unos días da la vuelta a la tortilla, y todo esto es la medicina que necesitaba para despertar...
  Gracias por estar ahí.